Nuestra hermana Pamela González, a través de sus crónicas «Jóvenes de Impacto», nos presenta una nueva mirada juvenil para los tiempos que vivimos.
Cada día que pasa, nos vamos dando cuenta que nuestra sociedad se aleja más y más de Dios, y de sus principios. Sin embargo, debemos saber que a pesar de que la sociedad cambie su forma de pensar, Jehová sigue siendo el mismo de ayer, hoy y por los siglos.
Claramente la sociedad en la que hoy estamos, necesita de un impacto en cada una de las vidas y que nuestro Dios todopoderoso obre en cada uno de ellos, de una manera profunda y radical.
Ahora bien, es necesario recalcar que para llegar a impactar la sociedad, se necesita que los que estamos encargados de llevar el mensaje, seamos impactados primero por nuestro Señor Jesucristo, pues solo así, podremos transmitir con exactitud lo que es una vida con Cristo. Así lo vemos reflejado en cada uno de los discípulos de Jesús, los cuales tuvieron que ser impactados uno a uno para poder esparcir el evangelio del reino.
Muchas veces, la rutina nos hace caer en un religiosismo inmenso, y perdemos el norte que es nuestro Dios; sin embargo, esto no lo vemos a simple vista, sino que es necesario que nos hagamos una pregunta muy sencilla antes, ¿Se ha puesto a pensar cuánto tiempo realmente le dedica a Dios a la semana, y cuanto a otras cosas?, bueno, estoy segura de que se dará cuenta de que generalmente ocupamos mucho más tiempo en otras cosas, que en buscar de Dios, y a pesar de todo creemos que vamos bien, pero no es así. Jesús nos dice que somos la luz del mundo, pero ¿qué pasa cuando estamos lejos de la presencia de Dios y sin la unción del Espíritu Santo?, es como si cubriéramos esa luz con una tela, puesto que se deja ver tenue, pero sin alumbrar por completo, con la intensidad que debiera. Nuestro Padre celestial quiere que alumbremos con toda intensidad, es por eso que quiere estar cerquita de nosotros, ser parte de nuestras vidas, no quiere ser una parte de nuestra rutina de vida, sino que quiere ser el centro de nuestra vida y quien le dé sentido a ésta.
Jehová es un Dios de impacto, y quiere impactar su vida para así después también hacerlo con otros, pero no puede hacerlo si le mira de lejos. Le invito ahora a buscarle, a empaparse de él, por medio de Su palabra, orando, adorándole y verá cómo su vida vuelve a tener sentido, lo que había pasado a ser una rutina, cobra sentido. Una vida llena y dirigida por el Dios de impacto, es una vida que impacta.
“ Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifique a su Padre, que está en los cielos.” San Mateo 5:14–16 NTV