El mandato del Señor fue «vigilad y orad», la oración es parte de la disciplina de un cristiano, pero la vigilia es un tiempo que se vive como iglesia y en ese contexto, la IPA de San Francisco de Mostazal, ministrada por nuestro Pastor Luis Leiva, tuvo un hermoso tiempo de vigilia congregacional, teniendo como invitado a nuestro Pastor Enrique Navarrete y los músicos de la IPA Templo Emanuel de San Bernardo.
Tal como señaló nuestro Pastor Luis Leiva, una vigilia da la oportunidad de compartir testimonios que glorifican a Dios y uno de los más significativos por lo reciente, fue el de nuestra Pastora Rosita Maturana, ya que tuvo un accidente doméstico que podría ser leve, pero por el momento que está viviendo en su salud pudo ser mortal, el Señor mostró su poder una vez más en la vida de nuestra Pastora Rosita.
El desarrollo de la vigilia fue marcado por la presencia del Señor que se vio manifestada en diferentes momentos y la palabra reflejó la experiencia del apóstol Pablo enfrentado a la enfermedad, recibiendo la respuesta del Señor al decirle «bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad».
