Nuestro Obispo David Anabalón, en el primer encuentro de pastores del Área Metropolitana, nos bendijo a través de una pregunta: ¿Por qué no quiere el Señor que me preocupe?
Sin duda una buena pregunta, y nuestro Obispo nos invitó a mirar el pasaje bíblico ubicado en Filipenses 4:1-7, para encontrar las respuestas que el Señor otorga mirando este pasaje escrito por el apóstol Pablo a la iglesia en Filipos.
La oportunidad de estar juntos aceptando la invitación a este desayuno, alegró el corazón de pastores y pastoras asistentes, cuanto más cuando hay una palabra que nos bendice.
También se destinó un tiempo para la intercesión por diferentes necesidades pastorales, la palabra nos enseña la importancia de estar juntos y en armonía.
Agradecer por las atenciones del Templo Central que siempre expresa su cariño a los siervos del Señor.
